Aunque algunos casos han tenido resultados positivos para las víctimas de malos tratos por parte de la pareja o de ancianos, otros revelan una falta de coherencia que ha aumentado las dificultades a las que se enfrentan los clientes vulnerables.
Estas diferencias han suscitado llamamientos en favor de reformas sistémicas que garanticen una respuesta más justa y compasiva a los casos de abusos financieros. A medida que aumenta la atención sobre estas cuestiones, también lo hace la urgencia de subsanar las deficiencias de los procesos de la ATO.