La terapia de representación infantil forma parte de los enfoques no farmacológicos de la atención a la demencia. Más concretamente, el apego a la muñeca puede actuar como una forma de terapia de reminiscencia, que consiste en utilizar estímulos para volver a conectar con experiencias pasadas.
La interacción con las muñecas también puede actuar como una forma de estimulación sensorial, en la que la persona con demencia puede sentirse más cómoda tocando y sosteniendo la muñeca. La estimulación sensorial puede contribuir al bienestar emocional y ayudar a la comunicación.
Sin embargo, no todas las personas que viven con demencia responderán a una muñeca empática.