Las recomendaciones se basan en audiencias celebradas en todo el país durante los últimos 18 meses, en las que se escucharon testimonios de expertos, supervivientes e innumerables personas directamente afectadas por el racismo, el sexismo y la misoginia en la búsqueda de justicia para sus seres queridos.
En un comunicado, el comité se declaró "humilde y en deuda con las familias que revivieron sus experiencias y hablaron de los abusos, la violencia y los traumas que han sufrido", señalando que "para muchas mujeres y niños de las Primeras Naciones que han sido asesinados o han desaparecido, ha habido poca justicia, si es que ha habido alguna".
El senador Paul Scarr afirmó que, en "demasiados" casos, los autores se salieron con la suya en actos de violencia abominables.
"Lo que les ha ocurrido a estas mujeres y niños es reprobable. A menudo era previsible y evitable. Y sigue ocurriendo", afirmó.