Foto de una mujer consolando a otra en un sofá

Una nueva investigación genera herramientas cruciales para las mujeres mayores que se enfrentan a la violencia doméstica

Una investigación pionera llevada a cabo en Australia Meridional ha dado lugar a la creación de nuevas herramientas de apoyo adaptadas a las mujeres mayores que sufren violencia doméstica, familiar y sexual, con el objetivo de colmar lagunas y proporcionar una ayuda crucial.

Publicado: 4 de diciembre de 2024

En respuesta a las crecientes necesidades de las mujeres mayores que se enfrentan a la violencia doméstica, familiar y sexual, una nueva iniciativa de investigación de Australia Meridional ha culminado con la creación de herramientas de apoyo vitales.

Esta iniciativa, fruto de la colaboración entre el Gobierno del Estado y el Consejo del Envejecimiento (COTA SA), es la reacción a un exhaustivo estudio de 12 meses de duración en el que se señalan las vulnerabilidades y experiencias específicas de este grupo demográfico.

Anunciada por Katrine Hildyard, Ministra de la Mujer y Prevención de la Violencia Doméstica, Familiar y Sexual, y Nat Cook, Ministro de la Tercera Edad y Envejecimiento Saludable, la investigación incluyó amplias encuestas y entrevistas con proveedores de servicios y supervivientes.

El estudio incluyó respuestas de más de 400 mujeres de 50 años o más y entrevistas detalladas con siete supervivientes, revelando problemas generalizados y la urgente necesidad de intervenciones específicas.

Las principales conclusiones de la investigación destacan que el 64% de las mujeres encuestadas cree que el maltrato a las personas mayores es habitual, y el 79% reconoce que la discriminación contra la mujer está muy extendida.

El estudio también señalaba que las mujeres mayores a menudo se enfrentan a una vulnerabilidad agravada debido a factores como las deficiencias físicas y cognitivas, las desventajas económicas acumuladas a lo largo de la vida y la convivencia con maltratadores. Además, la persistente mentalidad generacional de que los problemas domésticos deben permanecer dentro de la familia complica aún más la capacidad de las mujeres mayores para buscar ayuda.

Para ayudar a combatir estos problemas, el Gobierno del Estado y COTA SA han desarrollado un conjunto de recursos destinados a concienciar y ofrecer apoyo.

Se han elaborado carteles y anuncios en marquesinas de autobús para promover estos mensajes, que se distribuirán en los servicios de asistencia primaria y en espacios comunitarios y sanitarios de toda Australia Meridional.
 


También se ha creado una página web con una lista de servicios de apoyo: https://cotasa.org.au/programs-and-services/older-womens-services-and-supports

La ministra Hildyard declaró: "Toda mujer merece sentirse y estar segura en casa y en cualquier otro entorno, independientemente de su edad, procedencia o cualquier otra circunstancia". Señaló la carga de vergüenza y condicionamientos arraigados que a menudo impiden a las mujeres mayores buscar ayuda. "Esta investigación crucial ha detectado lagunas en la prestación de servicios y ha contribuido a concienciar de que las mujeres mayores no tienen por qué sufrir en silencio, de que la ayuda está ahí fuera", añadió Hildyard.

Junto a estos recursos, Nat Cook destacó las peculiares vulnerabilidades a las que se enfrentan las mujeres mayores, agravadas por discapacidades, orígenes raciales, LGBTI y estatus socioeconómico.

"El maltrato de ancianos se centra en relaciones en las que existe una expectativa de confianza, y esta confianza se quebranta", explicó Cook. Mencionó las complejidades familiares en los casos de maltrato de ancianos, en los que el agresor suele ser un pariente, lo que dificulta que las víctimas denuncien el maltrato.

La directora ejecutiva de COTA SA, Miranda Starke, señaló la falta de visibilidad y reconocimiento de las mujeres mayores en los debates sobre violencia doméstica. "Las mujeres mayores nos dicen a menudo que se sienten invisibles, y lo mismo ocurre con las que han sufrido violencia familiar, doméstica y sexual, y puede que ni siquiera se vean a sí mismas como víctimas de este tipo de abusos", afirmó Starke.