Esto se debe a que no exigen que las nuevas viviendas de sus jurisdicciones cumplan las normas nacionales mínimas de accesibilidad del Código Nacional de la Construcción (NCC).
Todos los demás estados y territorios australianos se han comprometido a cumplir las normas mínimas de accesibilidad del NCC, como una entrada sin escalones, portales más anchos, baños accesibles y pasillos que permitan desplazarse fácilmente con ayudas a la movilidad, garantizando un recorrido seguro y continuo por toda la vivienda.
Sin embargo, los gobiernos de Nueva Gales del Sur y Australia Occidental se han negado a adoptar las normas de la NCC, lo que, según sus defensores, está creando importantes problemas a las personas mayores y discapacitadas ahora y en el futuro.