Cuando se jubilan, las mujeres suelen tener un tercio menos de pensión que los hombres.
Esto puede ascender a más de 500.000 dólares si se suman el salario y la pensión complementaria a lo largo de toda la vida.
En las últimas décadas se ha reducido la brecha de género en la jubilación, ya que las mujeres se han incorporado al mercado laboral en mayor número y el sistema de jubilación ha madurado.
Pero los avances son demasiado lentos. Si seguimos avanzando como hasta ahora, no podemos esperar la paridad hasta 2070. Entonces, ¿por qué persiste tanto el desfase?