Su llamamiento se produce tras la publicación de un nuevo informe que revela importantes lagunas en el conocimiento de los australianos sobre sus derechos y responsabilidades en torno al documento legal, lo que agrava el riesgo de abuso financiero de las personas mayores.
Un poder notarial permanente permite a una persona designar a otra para que tome decisiones financieras y legales en su nombre, incluso si en el futuro no puede hacerlo por enfermedad, deterioro cognitivo u otra circunstancia.
El informe de la Comisión, titulado Empowering Futures, encuestó a más de 3.000 australianos adultos para conocer el grado actual de conocimiento y uso de estos documentos. También exploró lo que sabían o no sobre los poderes financieros duraderos.
Según el estudio, los documentos duraderos son muy valorados por la tranquilidad que aportan y porque permiten a las personas controlar cómo se tomarán las decisiones que afecten a sus vidas en el futuro. Sin embargo, el conocimiento público de estos documentos es limitado y el 87% de las personas no los ha establecido.
La investigación detectó importantes lagunas en el conocimiento y la comprensión de cómo deben funcionar los poderes notariales duraderos. Esto puede dejarlos vulnerables a posibles abusos y explotación por el mal uso de estos documentos, ya sea por mala intención o por ignorancia.
Aunque muchos eran conscientes de que las cosas podían ir mal, pocos están preparados para tomar las medidas necesarias para protegerse.