A medida que nuestra población envejece, aumentan las herencias anticipadas. Se trata de casos en los que el testador -la persona que otorga la herencia- está vivo en el momento de transmitir su fortuna.
Se trata de una opción cada vez más popular, ya que padres y abuelos buscan formas de ayudar a sus hijos a acceder a la propiedad o a hacer frente al aumento del coste de la vida. Se espera que en 2050 se hayan transmitido unos 3,5 billones de dólares en activos entre generaciones.