Hechos
Beatrice tiene 70 años. Lleva 49 años casada y tiene tres hijos mayores. Está recibiendo cuidados temporales en su domicilio por parte de un servicio de enfermería local tras una reciente caída.
Cuando su hija Ella visita a Beatrice, se da cuenta de que su madre está retraída y deprimida. Durante la visita, llega la enfermera y Ella le habla de sus preocupaciones.
Ambas hablan con Beatrice sobre su estado de ánimo y ella empieza a sollozar. La enfermera calma a Beatrice y, con el apoyo de su hija, Beatrice habla de lo controlador que es su marido y de que con frecuencia la obliga a mantener relaciones sexuales con él. Lo hizo inmediatamente después de que Beatrice volviera a casa del hospital.
Consideraciones
Debido a actitudes prejuiciosas, a menudo se considera que las personas mayores son sexualmente inactivas y, por tanto, existe la creencia de que las agresiones sexuales sólo afectan a mujeres más jóvenes. Esto puede dificultar que las mujeres mayores denuncien los abusos sexuales y, cuando lo hacen, es posible que no se les crea. Pueden sentirse avergonzadas o preocupadas de que se las culpe.
El impacto físico y psicológico para las mujeres, como Beatrice, después de una agresión sexual puede ser grave y dar lugar a una mala salud general y a un aumento del miedo y la ansiedad. Beatrice revela que los abusos perpetrados por su marido vienen produciéndose desde hace tiempo. Sólo ahora, con el apoyo de su hija y de la enfermera, es capaz de hablar de ello.
Las mujeres mayores tienen derecho a vivir seguras en su propia casa. Cuando una mujer mayor sufre abusos sexuales por parte de un familiar o pareja, es importante que se la crea y apoye.
Crédito: Publicado en Compass con permiso de Derechos de las personas mayores Victoria