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Jan está haciendo un poder duradero. Está considerando nombrar a su amiga Frances para que tome decisiones financieras en su nombre si ella no puede tomarlas por sí misma.
Cuando Jan le plantea el tema a Frances, hablan sobre el tipo de decisiones que Frances puede tener que tomar si acepta el papel, incluido el pago de servicios para ayudar a Jan en la vida diaria, si fuera necesario.
Frances le dice a Jan que es una tontería malgastar su dinero pagando a una desconocida para que la cuide cuando ella está disponible y dispuesta a ayudarla.
Jan explica que querría mantener su intimidad contratando a un cuidador profesional en lugar de a alguien conocido. Frances sigue insistiendo en que sería mucho mejor para Jan que la cuidara ella.
Frances se ha ofrecido a ayudar a Jan en el pasado. Aunque Frances tiene buenas intenciones, Jan se ha dado cuenta de que está muy ocupada y, en consecuencia, no es de fiar.
A continuación, Jan habla con su amiga Sophia. Sophia escucha y hace preguntas para comprender los deseos y preferencias de Jan. Dice que comprende lo importante que es la intimidad para Jan y que estaría encantada de hacer los arreglos necesarios para pagar los servicios de Jan, si fuera necesario, y si eso es lo que ella quiere.
Jan decide nombrar a Sophia responsable de sus decisiones financieras.