Mujer mayor sentada en su sofá

La historia de Jean sobre la elección de un poder notarial duradero

Cuando la memoria de Jean empezó a empeorar, nombró a su hija Carol responsable de sus decisiones en virtud de su poder notarial permanente. Sandra, la otra hija de Jean, estaba disgustada.

Última actualización: 12 de julio de 2024

Jean tenía unos 80 años y vivía sola. Tenía dos hijas. Carol vivía en el barrio de al lado y Sandra vivía en el extranjero.

Jean no necesitaba ayuda, pero se daba cuenta de que cada vez era más olvidadiza. Cuando se lo comentó a su médico, éste le hizo unas pruebas y le confirmó que su memoria estaba empeorando. Aunque quería quedarse en casa el mayor tiempo posible, Jean se dio cuenta de que algún día tendría que mudarse a algún tipo de alojamiento asistido y que, por tanto, habría que vender su casa.

Jean quería estar segura de que, si algún día quedaba incapacitada para tomar sus propias decisiones financieras, éstas estarían en manos de alguien en quien confiara y que pudiera hacer el trabajo necesario. Comunicó a sus dos hijas su intención de designar a Carol como responsable de sus decisiones en virtud de su poder notarial permanente.

A Sandra le molestó que Carol tuviera el poder, temiendo que esto representara algún tipo de favoritismo o que ella pudiera heredar menos de la herencia como resultado. Jean pudo asegurar a Sandra que era más práctico nombrar a Carol, y Carol aseguró a Jean que no trataría de perjudicar a Sandra en modo alguno.

Crédito: Publicado en Compass con permiso de Legal Aid NSW