Entender cómo puede ser el maltrato financiero a las personas mayores significa que podrá salvaguardar mejor su dinero y sus bienes, o los de alguien cercano a usted. A menudo, hay señales de advertencia de que algo puede no estar bien, y tomar nota y decidir intervenir podría ser todo lo que se necesita.
Por supuesto, puede que todo salga bien, pero si no es así, te alegrarás de haber hablado.
Qué hay que tener en cuenta
Ya sea para ayudar a otra persona o para mantenerte a salvo, aquí tienes tres señales de alarma a las que debes estar atento, junto con ideas sobre lo que puede estar ocurriendo y consejos sobre qué hacer.
En qué fijarse:
Retirada de dinero con más frecuencia de lo habitual o en mayores cantidades.
Grandes sumas de dinero transferidas al extranjero o a la cuenta de otra persona.
Transacciones inusuales que aparecen después de que alguien haya recibido autorización para acceder a la cuenta
Lo que podría estar pasando:
Aunque este tipo de cambios pueden significar simplemente gastos nuevos o mayores, también pueden ser indicios de fraude o estafa, o de que alguien está influyendo en las decisiones de gasto de la persona para su propio beneficio.
Qué puedes hacer tú:
Pedir al banco que investigue las transacciones e identifique el destino del dinero.
Comprobar los recibos, las facturas y la correspondencia en busca de posibles explicaciones.
Habla con la persona a la que se dio acceso a la cuenta para averiguar qué sabe al respecto.
En qué fijarse:
Retiradas de cuentas que no tienen sentido
Barreras lingüísticas que dificultan la comprensión
Extractos bancarios que desaparecen o causan confusión
Lo que podría estar pasando:
Esto podría significar que la capacidad de la persona para entender la información ha disminuido un poco, pero también podría indicar que alguien está interfiriendo en sus asuntos o aprovechándose de las lagunas lingüísticas. Por ejemplo, podrían estar realizando transacciones en la cuenta sin permiso o podrían haber cambiado la dirección de la cuenta para que la persona no pueda mantenerse al día.
Qué puedes hacer tú:
Póngase en contacto con el banco para hablar de sus preocupaciones sobre transacciones extrañas o falta de información.
Pida un intérprete en el banco o llévese a alguien cuyo inglés sea más fuerte.
Informe al personal del banco de sus impedimentos auditivos o de otro tipo.
Póngase en contacto con los proveedores de servicios para obtener copias de los extractos que falten o de las facturas impagadas.
En qué fijarse:
Sentirse intimidado o controlado por alguien y tener que hacer lo que dice
Alguien sin autoridad financiera que acompaña a la persona al banco para retirar dinero
Otra persona que rellene los formularios de retirada (u otros documentos)
Los sentimientos de presión y falta de control podrían indicar que se está utilizando el poder o las amenazas para obligar a la persona a entregarle dinero. Es posible que también se esté produciendo maltrato psicológico, simultáneamente.
Qué puedes hacer tú:
Pida hablar a solas con el personal del banco sobre lo que le preocupa
Pida consejo a uno de los teléfonos de ayuda contra el maltrato de ancianos o a los servicios de defensa de las personas mayores (consulte la lista al final de este artículo).
Contactar con la policía si la sensación de miedo es grave
Consejos para prevenir los abusos financieros
Puede ayudarse a sí mismo y a los demás siendo consciente de las señales de alarma, buscando apoyo o ayuda si ve algo preocupante y deteniendo una transacción financiera si algo "no le parece bien".
Si otras personas expresan su preocupación por que usted pueda estar sufriendo abusos económicos, escúchelas: puede que tengan razón en estar preocupadas.
Si le preocupa un posible abuso de confianza o de sus finanzas, comuníqueselo a su banco. El director de su banco local puede hablar con usted en privado si lo desea.
Asegúrese de cualquier transacción que desee realizar: el personal del banco tiene la obligación de respetar su intimidad y está obligado a cumplir una transacción autorizada si usted insiste en que la realicen.
La historia de Brian: el banco es tu aliado
A sus 70 años, Brian tenía problemas de salud, incluida la pérdida de audición. Los viajes a las tiendas y al banco le resultaban agotadores, así que su hijo Wayne solía hacer la compra por él y pagar las facturas por teléfono. Wayne le propuso ayudar a su padre a abrir una cuenta bancaria en Internet y enseñarle a utilizarla. Como a Brian no se le daba bien la tecnología, le pidió a Wayne que lo hiciera todo por él, y sólo de vez en cuando miraba la cuenta por Internet.
Brian siguió recibiendo sus extractos bancarios por correo. Al cabo de un tiempo, se da cuenta de que hay unos pagos que no reconoce. Revisó todos sus recibos, pero no encontró ninguna explicación para los pagos, por lo que llamó al banco. Tras investigar, el banco determinó que esas cantidades se habían gastado en los servicios públicos y las compras de Wayne.
Brian preguntó a Wayne por las transacciones y se enteró de que había empezado a utilizar la cuenta para pagar pequeñas facturas cuando el dinero escaseaba. Su intención era devolver el dinero, pero cada mes se quedaba corto. Wayne, arrepentido y avergonzado, prometió reembolsar el dinero a Brian con su próxima paga.
Brian siguió entonces el consejo de su banco y se sentó con su personal para discutir formas más seguras de gestionar sus necesidades bancarias, como establecer el pago automático de las facturas periódicas.
Pide consejo a tu banco sobre estrategias para gestionar tus operaciones bancarias y tus cuentas. Ellos son los expertos y estarán encantados de ayudarte.
Supervise siempre sus propias cuentas y transacciones, aunque otra persona esté autorizada a gestionarlas por usted. Participar le ayudará a mantenerse seguro.
La historia de Maddy: la intervención conduce a la prevención
Maddy, de 65 años, fue acompañada al banco por su joven vecina de al lado, Kay, para transferirle una gran cantidad de dinero. Cuando el cajero del banco le preguntó el motivo de la transferencia, Maddy le dijo con confianza: "Kay ha sido una verdadera amiga y me ha salvado la vida en muchas ocasiones".
Maddy creía que había entrado en el banco para ayudar a una querida amiga con un gran problema: Kay se iba a divorciar y necesitaba 260.000 dólares para comprar la parte de su ex marido y poder seguir viviendo en la casa familiar. Kay había prometido devolver pronto el dinero con una herencia de su anciano padre.
La cajera estaba muy preocupada, ya que no se había establecido ningún documento legal para el préstamo y Maddy no parecía haber pedido consejo a nadie. Por recomendación del director de la sucursal, el cajero le sugirió amablemente que suspendiera la transacción durante 24 horas hasta que Maddy hablara del préstamo con su familia, un contable o un abogado.
Maddy se sintió molesta y avergonzada por la petición de la cajera, pero accedió a regañadientes. Kay exigió airadamente que el banco aceptara la transacción, pero como ella no tenía autoridad formal sobre la cuenta (como un poder notarial), el banco no estaba obligado a acceder. La operación queda en suspenso.
Cuando Maddy se quejó a sus familiares de que el banco le había denegado la transferencia, éstos expresaron su alivio por no haberla realizado. Tras hablar del préstamo previsto con su familia, Maddy se dio cuenta de lo que podía haber salido mal y agradeció que el banco le hubiera evitado la posible pérdida de todos sus ahorros.
Observa las reacciones de la gente -como el enfado de Kay- cuando no actúas como ellos quieren.
Comenta siempre las grandes decisiones financieras con la familia u otras personas de confianza antes de seguir adelante.
La historia de George: comprobar una señal de advertencia
Maryanne, hija de George, de 87 años, acompañó a su padre al banco para solicitar un cambio de dirección para sus cartas y configurar la banca electrónica. Presentó al banco un poder notarial para manejar las cuentas bancarias de George. Maryanne dirigió la reunión, mientras George permaneció muy callado durante todo el tiempo.
Poco después de su visita, se hicieron cinco transferencias de 10.000 dólares cada una desde la cuenta de George a otras cinco cuentas. El banco llamó a George para asegurarse de que estaba al corriente de las transferencias. Al principio, parecía un poco confuso y no entendía de qué le hablaba el empleado del banco. Entonces dijo que estaba "un poco sordo" y que necesitaba que el empleado le hablara más alto.
George explicó que Maryanne le había sugerido que intentara minimizar sus impuestos haciendo un regalo -una herencia anticipada- a cada uno de sus cinco hijos. Al oír esto, el empleado le preguntó amablemente.
George dijo que Maryanne le mantenía regularmente informado sobre sus cuentas. Explicó que le había pedido que fuera su abogada y que, cuando aceptó, insistió en que celebraran reuniones mensuales para revisar sus extractos bancarios, facturas y recibos. También mencionó que últimamente le costaba escribir, por lo que había pedido a Maryanne que rellenara los formularios necesarios.
El banco estaba convencido de que Maryanne velaba diligentemente por los intereses de George y de que actuaba con honradez y ética en sus relaciones tanto con su padre como con el banco.
Es mejor cuestionar una posible señal de alarma y no encontrar nada malo que ignorarla. El banco de George preguntando por el papel de Maryanne no causó ningún daño.
Participar activa y regularmente en su gestión financiera le mantiene informado y le permite detectar cualquier problema.
Si desea leer más artículos como éste, suscríbase a nuestro boletín de noticias haciendo haciendo clic aquí.
Agradecimiento
Este artículo pertenece a la guía Safe & Savvy, una publicación elaborada por el Defensor del Cliente del Commonwealth Bank of Australia (CommBank), junto con un amplio abanico de expertos comunitarios y académicos.
Todos los comentarios son moderados. Consulte nuestras condiciones de uso para saber cómo participar en nuestra comunidad.