Según National Seniors, se trata de una medida bien recibida por las personas mayores y otras personas que dependen y prefieren las operaciones bancarias cara a cara y la comodidad de los cajeros automáticos.
Dicen que demuestra que los bancos pueden escuchar a sus clientes y que el poder de la gente puede marcar la diferencia, como demostró la campaña KEEP CASH de la NSA y cubrió Ten News First.