Pero este clínico de salud mental, que viaja con su esposa Tammy Lo desde Braybrook a North Melbourne para asistir a las clases, no deja su felicidad al azar.
El Sr. Wong, que sólo revela con una sonrisa que tiene "más de 65 años", dice que considera las clases como una terapia de baile.
Dice que le ayudan a "ventilar" su mente de sus problemas, sobre todo en un trabajo en el que también asume las preocupaciones de los demás.
"En primer lugar, es un buen ejercicio. Y en segundo lugar, a través del ejercicio puedes deshacerte de tu carga, y de muchos problemas de salud mental", afirma.
El Sr. Wong es una de las 30 personas que "tejen" y "centellean" en las clases gratuitas de nivel intermedio del Ayuntamiento de Melbourne, que a menudo se agotan con antelación.