Este ensayo, pionero en el mundo, pone de relieve el papel fundamental que desempeñan los intérpretes para facilitar el diagnóstico oportuno de la demencia, especialmente en el contexto de la población australiana, culturalmente diversa y en rápido proceso de envejecimiento.
En Australia, aproximadamente el 40% de las personas mayores de 75 años hablan una lengua distinta del inglés y tienen un dominio limitado de este idioma.
Las proyecciones futuras estiman un aumento del 600% de la demencia en determinadas poblaciones étnicamente diversas.
Un diagnóstico oportuno y preciso puede reducir las disparidades sanitarias conocidas en el diagnóstico de la demencia y el apoyo posterior al diagnóstico, tanto para la persona afectada como para sus familiares y cuidadores.