Silenciosamente generalizado y a menudo difícil de detectar, el maltrato a las personas mayores es una vergüenza oculta que afecta a algunas de las personas más vulnerables del país. ¿Cómo está respondiendo la abogacía a esta creciente necesidad y qué ha provocado esta "tormenta perfecta"?
La profesión jurídica está a la vanguardia del problema de los malos tratos a las personas mayores. Tanto si se trata de prestar asesoramiento jurídico como de redactar documentos como testamentos y poderes notariales duraderos para los clientes, los abogados están en una posición privilegiada para detectar situaciones en las que puede estar produciéndose maltrato de ancianos.
Para abordar este problema social, debemos plantearnos las siguientes preguntas: ¿Qué barreras legislativas son necesarias para salvaguardar los derechos de los australianos mayores? ¿Deberían los abogados adoptar un enfoque multidisciplinar, en colaboración con los profesionales sanitarios y los trabajadores sociales, para garantizar que la población australiana de edad avanzada no quede rezagada ni olvidada?