Foto de dos personas tomándose un selfie

Por qué las personas mayores están entre los mayores usuarios de las redes sociales

Según el informe Digital 2024, el 78,3% de los australianos utiliza regularmente plataformas como Facebook e Instagram, principalmente para mantenerse en contacto con amigos y familiares.

Publicado: 23 de diciembre de 2024
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  • 23 de diciembre de 2024
  • La conversación

Quizá resulte sorprendente que una gran proporción de estos usuarios sean personas mayores.

Por ejemplo, el informe Digital 2024 también muestra que el 21,3 % de la audiencia de anuncios de Meta en Australia (en Messenger, Facebook e Instagram) tiene 55 años o más. Esto lo convierte en el segundo mayor grupo de edad después de los 25-34 años (25,4%).

Según datos de principios de este año, más del 70% de los australianos mayores de 65 años utilizan las redes sociales en algún grado.

Facebook sigue siendo el más popular entre este grupo demográfico, ya que sirve como puerta de entrada para volver a conectar con la familia y los amigos perdidos hace tiempo. Además de para reencontrarse, nuestro estudio indica que las personas mayores suelen utilizar estas plataformas para compartir recuerdos, participar en grupos comunitarios y acceder a noticias.

Esta tendencia creciente está impulsada por factores tanto internos como externos. Las investigaciones muestran que muchos usuarios mayores están motivados por el deseo de permanecer conectados con sus familias, en particular con sus nietos, que a menudo comparten sus vidas a través de las redes sociales.

Para otros, la pandemia de COVID aceleró la adopción de herramientas digitales, convirtiendo las redes sociales en un salvavidas durante los periodos de aislamiento.

Un estudio reciente ha hallado asociaciones positivas entre el uso de Internet y la salud mental entre adultos mayores de 23 países.

Los medios sociales, en particular, funcionan por:

Mantener los lazos familiares. Las redes sociales ofrecen a los mayores un asiento virtual en la mesa familiar. Al ver fotos, vídeos y actualizaciones, pueden seguir participando en la vida de sus seres queridos, sin importar la distancia física. Plataformas como WhatsApp y Facebook Messenger son especialmente populares para chats privados de grupos familiares, lo que permite a los mayores intercambiar mensajes y compartir momentos en tiempo real.

Reavivar viejas amistades. Plataformas como Facebook han demostrado su eficacia para reconectar a los mayores con amigos perdidos hace tiempo. Para muchos, retomar viejas relaciones les proporciona un sentimiento de nostalgia y pertenencia. Los estudios han demostrado que estas interacciones pueden reforzar los sentimientos de inclusión y reducir la soledad, una preocupación importante para las poblaciones que envejecen.

Crear nuevas comunidades. Los grupos de redes sociales dedicados a intereses específicos, como la jardinería, la fotografía o los viajes, ofrecen a los mayores la oportunidad de establecer nuevos contactos. Estas comunidades virtuales son espacios inclusivos donde los miembros intercambian consejos, comparten experiencias y fomentan amistades basadas en aficiones compartidas.

Un estudio reciente ha hallado asociaciones positivas entre el uso de Internet y la salud mental en adultos mayores de 23 países. 

La capacidad de las redes sociales para fomentar la conexión entre las personas mayores repercute directamente en su bienestar.

Las interacciones regulares en línea pueden reducir los sentimientos de soledad y depresión, proporcionando un sentido de propósito y pertenencia.

Las investigaciones demuestran que la participación activa, como la publicación de fotos, está asociada a un sentimiento de competencia en los usuarios de más edad, lo que está relacionado con el bienestar. Para algunos, convertirse en "grandfluencers" en plataformas como Instagram o TikTok supone una vía inesperada de expresión creativa e influencia social.

Los foros en línea también están ganando terreno como herramienta de información y defensa de la salud. Las personas mayores participan en grupos de apoyo para enfermedades crónicas, comparten consejos de bienestar e incluso participan en debates cívicos. Esto demuestra que las plataformas de medios sociales tienen un potencial más amplio que la interacción social.

A pesar de sus ventajas, las redes sociales no están exentas de dificultades para las personas mayores.

Para algunos, navegar por la compleja interfaz de las plataformas puede resultar intimidante. Nuestra investigación muestra que la mitad de los adultos mayores se sienten ansiosos ante el uso de las tecnologías de la comunicación, y las mujeres mayores experimentan más ansiedad que los hombres mayores.

Cuestiones como la privacidad, la desinformación y las estafas en línea también pueden crear barreras a la participación. Además, aunque las redes sociales facilitan la conexión, no pueden sustituir la profundidad de las interacciones cara a cara.

Las investigaciones demuestran que las personas con mayores conocimientos digitales tienen más probabilidades de experimentar los efectos positivos de las redes sociales gracias a la "autosocialización" continua sin tener que interactuar con otras personas, lo que podría socavar el aprendizaje y la confianza. Para otros, las iniciativas destinadas a mejorar las competencias digitales de los adultos mayores -como los programas de tutoría digital- pueden aumentar significativamente su confianza y su capacidad para interactuar en línea de forma segura.