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Mollie y Andrew querían comprar una casa por valor de 800.000 $. Habían conseguido ahorrar 40.000 $, lo que suponía el 5% del depósito necesario. Como necesitaban un depósito del 20% para no tener que pagar el seguro hipotecario del prestamista, los padres de Mollie, Rita y Tony, accedieron a garantizar los 120.000 $ necesarios ofreciendo el capital de su vivienda.
Todos estaban contentos con estos acuerdos, pero cuando Mollie no volvió a trabajar tras el nacimiento de su segundo hijo, Andrew tuvo dificultades para hacer frente a los pagos. Pidieron 20.000 dólares a Rita y Tony para poder seguir pagando el préstamo.
Rita y Tony dudaban porque veían que Mollie y Andrew se iban de vacaciones caras y siempre compraban los últimos artilugios. Sin embargo, acceden a dar el dinero a regañadientes, pensando que no tienen más remedio porque si Mollie y Andrew no pagan el préstamo, Rita y Tony serán los responsables.